Infancia feróz (2017)
Format: instalation
Country: Spain
Genre: visual arts.
Year: 2017
Place: Centro Cultural Conde Duque. Calle Conde Duque 9, Madrid.
Country: Spain
Genre: visual arts.
Year: 2017
Place: Centro Cultural Conde Duque. Calle Conde Duque 9, Madrid.
LA INFANCIA FEROZ
Acerca de la obra de Fabro Tranchida y Dante Litvak.
Por Guillermo M. Bermejo
“En las noches no más antorchas sino globos
de luz, y no parece la periferia
otra, ni otros los nuevos chicos…”
El canto popular. Pier Paolo Pasolini
“En las noches no más antorchas sino globos
de luz, y no parece la periferia
otra, ni otros los nuevos chicos…”
El canto popular. Pier Paolo Pasolini
Las periferias siempre están en un presente olvido. En una constante lejanía y absoluta presencia. En mi adolescencia ochentera todavía había muchos descampados cerca de los nuevos barrios construidos en los setenta. Allí convivían pijos, macarras, quinquis. Junto al olor del caucho quemado, podíamos tener las primeras experiencias reales y brutales, con los Toretes y Pirris de cada barrio. Porque cada barrio tenía sus personajes y sus bares míseros, donde llegada la noche podían frecuentar José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia. Aquellas mismas periferias que amaba Pasolini y que acabaron con su vida.
Lejos de Madrid también había otras periferias. Lo sabían muy bien los primeros Beautiful Losers recreados mil veces por Larry Clark y Harmony Korine. Estos, en vez de navajas, armados con sus tablas de skate pero herederos igual de nuestro oscuro Pasolini, ansiaban ser los amantes de la Osa Mayor y hacer saltar sobre su tabla la sociedad.
Imagen
Fabro y Dante, o lo que es lo mismo Los Picoletos (¡qué gran nombre para un colectivo! Toda una declaración de principios) han vivido en periferias artísticas, lejanas a toda moda conceptual. Y han mezclado, como buenos Beautiful losers, en collage escenográficos (dejemos la palabra “instalación” para las modernas de tupé) fanzines, maravillosos dibujos en tinta, fotografías, revista viejas, videos, maniquíes, tablas de skate rotas y destrozadas quien sabe si por ellos mismos. Y punk mucho punk.
Cercanos a la estética de Hirschhorn y su idea de universalidad, de acercarse al otro, de una misma forma que buscaba Pasolini con su poesía o su cine. La estética sucia pero hermosísima de Los Picoletos nos habla de esos chicos perdidos en rampas que suben y se caen desde las tablas rotas de la infancia. Una infancia feroz que aterra a los poderosos y que alejada de los centros nos sigue, como poetas oscuros, fascinando.
Guillermo Martín Bermejo.
curator / 2017
curator / 2017